Taylor and Francis, una destacada editorial académica internacional, vendió el acceso a su vasto depósito de trabajos de autores a Microsoft como parte de una asociación destinada a mejorar los sistemas de inteligencia artificial.
The Bookseller confirmó que “está brindando a Microsoft acceso no exclusivo a datos y contenido de aprendizaje avanzado para ayudar a mejorar la relevancia y el rendimiento de los sistemas de inteligencia artificial”.
Según se informa, este acuerdo ha añadido 10 millones de dólares a los ingresos de Informa (la empresa matriz de Taylor y Francis) durante la fase inicial. Según declaraciones de Taylor y Francis, el acuerdo financiero incluye un pago único junto con ingresos recurrentes que se remitirán a lo largo de tres años.
Reacciones del autor al acuerdo
La respuesta de la comunidad académica ha sido de pronunciada conmoción y descontento tras el anuncio del acuerdo.
Según los informes, los autores cuyos trabajos podrían utilizarse en la formación en IA no estaban informados sobre el acuerdo y expresaron su preocupación por la falta de transparencia. Muchos expresaron su frustración por la falta de consulta antes de la venta de sus trabajos, particularmente con los debates en curso sobre las implicaciones de la IA en la investigación académica.
La Dra. Ruth Alison Clemens, profesora de literatura, expresó su preocupación por la falta de solicitud de consentimiento por parte de Taylor y Francis. Afirmó que sólo tuvo conocimiento del acuerdo a través de canales informales y no mediante notificación directa del editor.
Han surgido dudas sobre la posibilidad de excluirse del acuerdo, pero Taylor y Francis no han aportado una claridad definitiva sobre este asunto, lo que lleva a los autores a sentirse marginados en el proceso de toma de decisiones.
Problemas legales y éticos
El acuerdo entre Taylor, Francis y Microsoft ha generado cuestiones legales y éticas, particularmente en materia de derechos de autor y derechos morales. Muchos autores expresaron alarma sobre cómo se utilizarían sus obras sin el consentimiento explícito o una compensación adecuada.
La Sociedad de Autores (SoA) ha enfatizado que el acuerdo podría potencialmente socavar los derechos morales existentes, que están diseñados para proteger la reputación de un autor y la integridad de su trabajo.
Han destacado la importancia de proteger los derechos de los creadores y garantizar que sus contribuciones sean reconocidas y compensadas de manera justa.
Varias voces dentro de la comunidad académica han señalado que el acuerdo podría poner en peligro los modelos editoriales tradicionales, donde los ingresos provienen principalmente de la venta de investigaciones publicadas.